En el cielo
Mira amiga, cómo es el destino
Sin querer nos hemos encontrado
Caminando por el mismo camino
Con nuestro cuerpo ya encorvado.
Ven sentémonos un fugaz instante
Para recordar que fuiste mi amada
Que me querías como a un brillante
En el ocaso del ciclo y madrugada.
Déjame tocar tus tiernas las manos
Igual con la ternura de la juventud
Tú siente las mías, como los veranos
Del hermoso tiempo lleno de virtud.
Ahora estamos aquí, como amigos
Puedes contarme de tu ansiedad
No existen a la vista los testigos
Que destruyeron nuestra felicidad
Estréchame las manos y no llores
Se ha marchado la divina juventud
Quedan recuerdos, toma estas flores
Nos ha ganado la ingrata senectud.
Pueda ser que nunca nos miremos
Ambos tenemos la dermis arrugada
Muchos años a cuestas, y moriremos
Juro, en el cielo volverás a mi, amada.
Luis G Machado S.