La magia de la luz
Dicen los expertos que irradia de forma diferente,
como en ningún otro lugar
del planeta. La luz africana es la delicia de los fotógrafos,
con sus tintes cobres y sus tonos casi siempre cálidos.
Hay un dicho que reza que uno no ha visto un verdadero
atardecer si no lo ha hecho desde este continente.
Incluso en los días de lluvia, la atmósfera se vuelve azulada y metálica.
La luz de África enamora porque tiene una fuerza única
y porque regala escenas inolvidables. Nada sacude
tanto a la retina como un elefante a contraluz en la inmensidad
de la sabana, o como el cielo anaranjado y rabioso
sobre las dunas de Namibia.
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