La vida es bella mientras haya amor
y podamos vivir en armonía,
bajo la misma luz de cada día;
sin odios, vanidades ni rencor.
De todas las virtudes del destino,
el amor es la estrella dominante
y abrigo del cansado caminante
en las cuestas agrestes del camino.
El amor es un lirio en su capullo,
llevarlo en el alma es un orgullo,
y que siempre tendremos que regar.
debe ser fiel, eterno y verdadero,
cual de madre, que siempre fue el primero,
y que nunca podremos olvidar.
Nolberto Marín Bolivar.