Decirle a alguien que le amas es algo que viene del corazón,
el primer lugar que te hizo amarle, desde el principio.
Es algo imposible de describir, nace con una mirada,
crece al conocerse y se nutre de cada momento,
cada palabra, cada mirada…
El amar a una persona es ser paciente y amable,
no es ser celoso ni arrogante, ni orgulloso o agresivo.
El amor no es ciego, sólo mira lo que realmente importa…
aquello por lo que ha nacido en el primer lugar,
a él no le importa ni el color ni el tamaño,
si tiene pobreza o riqueza, obesidad o delgadez,
atributos bonitos o feos, sólo importa lo que hay dentro…
quien es esa persona en verdad.
El amor no es ciego, ni sordo, ni estúpido,
de hecho mira más allá de lo que jamás dirá.
Va más allá de uno y muestra quien de verdad somos a esa persona.
Estar enamorados requiere ver a esa persona como de verdad es;
amar es conocer todo lo bueno y malo y aun así quererle por quien es.
El amor no es siempre color de rosa,
porque no puedes tener amor sin dolor;
el sacrificio es parte de lo que significa amar a alguien,
ya que si no tienes disposición a sacrificarte
por esa persona pues simplemente no la amas.
Amar es poder confiar el uno en el otro,
saber que al igual recibiríamos una bala por esa persona,
y que ésta también estará dispuesta a hacerlo;
saber que sin importar que esa persona estará ahí contra viento y marea.
Amar es hacer que lo imposible sea posible
para que esa persona amada esté feliz.
Amar significa tener fuertes e inquebrantables sentimientos
por un mejor amigo, familia o por la persona
con quien estés en la relación romántica.
El amor es un sentimiento que representa afecto infinito
hacia la persona querida en tu corazón.