El Aloe Vera o Sábila (Aloe Barbadensis Miller) Contiene muchas vitaminas que nuestro cuerpo necesita A, C, E, B1, B2, B3, B6 y B12 y ácido fólico. También posee los siguientes minerales: calcio, zinc, cromo, selenio, hierro, cobre y magnesio.
Es un anticancerígeno poderoso, ayuda en la diabetes, acné, arrugas, colon irritable, nutre suaviza y repara el cutis, la caída del cabello, la artritis, artrosis, las hemorroides, úlceras, hipertensión, obesidad, fortalece el sistema inmunológico, ayuda en las quemaduras, en la arteriosclerosis, equilibra la prensión arterial y evita las arritmias cardíacas disminuyendo el riesgo de infarto, gota, várices, esclerosis múltiple, cirrosis, hepatitis, inhibidor del dolor, antiinflamatorio, cicatrizante digestivo, bactericida, depurativo, regenerador celular, antibiótico, antiséptico, antiviral.
Desintoxica el organismo de drogas, tabaco y alcohol, y limpia el organismo de toxinas. Calma la angustia, por lo tanto el organismo deja de ser dependiente.
El Aloe Vera mientras más años tiene mayor es su valor nutritivo y medicinal.
El Aloe vera tiene un abono orgánico exclusivo, potenciado, que aumenta sus nutrientes al máximo y agrega otros, multiplicando su poder medicinal, está libre de contaminación y agentes químicos. Se alimenta del sol y puede vivir sin agua.
Debemos considerar que para todos los remedios o tratamientos que hagamos con el Aloe Vera, debemos usar solo la planta (gel), sus pencas (brazos), los que iremos cortando desde afuera hacia adentro, pero siempre utilizando solo lo necesario y guardando en el frío lo que no vayas a ocupar.