Un ratón se asomó a través de un hoyo en la pared, para ver a un granjero y a su esposa abrir un paquete…
Qué comida vendrá en el paquete? Se preguntó…
Quedó devastado al ver que era una ratonera.
Regresando al patio, el ratón lanzó una advertencia:
“Hay una ratonera en la casa! Hay una ratonera en la casa!”
El pollo cabeceó y rascó el suelo, levantó la cabeza y dijo: “Sr. Ratón, entiendo que esto pueda ser de muy graves consecuencias para usted, pero no tiene consecuencias para mí. Eso no me molesta.”
El ratón se volvió hacia el cerdo, y le dijo: “Hay una ratonera en la casa…”
El cerdo sintió lástima, pero dijo: “Lo siento mucho en verdad, Sr. Ratón, pero no hay nada que pueda hacer más que rezar. Esté seguro de que rezaré por usted.”
El ratón miró a la vaca. La vaca dijo: “Caramba, Sr. Ratón. Qué pena por usted, pero no me afecta.”
Así, el Sr. Ratón regresó a la casa, rechazado y triste, para enfrentarse él solo a la ratonera del granjero.
Esa misma noche, se escuchó un fuerte ruido a través de la casa….como el sonido de una ratonera atrapando a su presa…
La esposa del granjero corrió a ver que había pasado…y en la oscuridad, no pudo ver que era la cola de una serpiente venenosa lo que había caído en la trampa. La serpiente mordió a la esposa del granjero. El granjero la llevó de inmediato al hospital, en donde la atendieron y la dieron de alta, aunque con una tremenda fiebre.
Para ayudar a su esposa a superar la fiebre, el granjero decidió hacer un buen caldo de pollo, por lo que tomó su hacha y salió a buscar el ingrediente principal.
Al día siguiente, como su esposa no se alivió, los amigos y vecinos vinieron a cuidarla durante varios días. Para alimentarlos, el granjero tuvo que cocinar al cerdo.
La esposa del granjero no se alivió, y tristemente, murió. Mucha gente fue a su funeral. El granjero entonces sacrificó a la vaca, para así tener suficiente carne para darles de comer a todos ellos.
Moraleja:
La próxima vez que escuches que alguien enfrenta un problema, y pienses que no sea de tu incumbencia, recuerda: cuando algo amenaza a uno de nosotros, todos estamos en riesgo.
(Fábula popular)