Aprendamos a distinguir las cosas verdaderamente
importantes, de las pequeñeces que no marcan
grandes diferencias. Si sólo nos fijamos en lo que no
nos gusta, en los defectos, en lo desagradable...,
no seremos capaces de ver todas
las cosas buenas y tremendamente importantes
que tenemos alrededor.
Aprende a preguntarte: ¿tiene esto realmente
importancia como para frustrarme, enfadarme
o amargarme innecesariamente?
Y responde, con total sinceridad.
María Jesús Núñez Psicologa
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