¡Eones… si! Quizás esta sea la palabra idónea para definir el tiempo que transcurre entre cada beso que le robamos a la alegría de nuestras vidas, cada caricia de sus labios incinera poco a poco la cotidianidad en la que paulatinamente nos sumergimos. Los labios que pintados de niebla lloran por un poco sol, mueren lentamente por la lujuria ausente de otros y su refugio no es otro más que ser aplastados por los blancos corceles que protegen una lengua prisionera de tu razón.
¡Eones… si! Un eón es un periodo de tiempo indefinido e incomputable, Un eón es la eternidad de un segundo que reprime tu humanidad, Un eón es todo lo que vivimos, y Un eón es un suspiro en la memoria… hasta siempre promesa mía, el tiempo es cíclico, y el juramento se hará de nuevo. Y entonces pasaran ante ti: ¡Eones…si!
Emerson Trujillo Tovar