Para entender la política colombiana hay que saber que está llena de animales. Es común escuchar entre los congresistas que hay micos, lagartos, conejos, elefantes y hasta orangutanes. Pero no todo son animales, también se habla de comida, como por ejemplo la mermelada o el cacao. No obstante, ¿qué significan cada uno de estos extraños calificativos?
KienyKe.com conversó con la senadora del partido Centro Democrático, María Fernanda Cabal, el representante a la Cámara por el partido Alianza Verde, Mauricio Toro y el senador de Cambio Radical, Richard Aguilar, quienes a su manera definieron estas palabras para lograr entender la política colombiana.
Mico:
Según María Fernanda Cabal: “Un mico es cuando uno tiene interés en que un proyecto de ley o de acto legislativo quede con algo incrustado y que nadie se de cuenta, uno cree que como son un montón de artículos o el texto es extenso o enredado su interés en que se haga lo que uno quiere queda plasmado. Para Richard Aguilar tiene una connotación parecida: “Es un animal incómodo y pesado que desde el Congreso y con triquiñuelas quiere meterle ‘goles’ al pueblo”, indicó.
Por su parte, Mauricio Toro dijo: “Dícese de un ‘articulito’ que le cuelga a una ley como un mico que no tiene nada que ver con el proyecto pero que se diseña para beneficiar a alguien en específico”.
Orangután:
El famoso orangután según Cabal es un mico agigantado, Richard Aguilar menciona que es “un mico más pesado que puede llegar a hacer daños irreparables al pueblo y a la institucionalidad del país”.
Conejo:
El animal tierno que da saltos de un lado a otro pierde su connotación. Según la senadora del Centro Democrático, es un engaño o un fraude, “uno dice sí, le voy a respetar su decisión pero le toma del pelo. Richard Aguilar fue más sustancioso y lo definió como la agilidad para hacer trampa. Toro concuerda: “es adquirir un compromiso y luego saltárselo”.
Mamerto:
Una de las senadoras que impulsó este término fue María Fernanda Cabal, quien explica: “es una condición creo que psicológica que puede llegar a ser espiritual y es aquel que cree que todo se le debe, que solo tiene derechos y no obligaciones que piensa que el dinero del Estado sale por arte de magia y su actitud es cero constructiva”. Mauricio Toro asegura que es “aquella persona que usa el mismo discurso para todo, que denomino la izquierda recalcitrante”.
Elefante:
Cabal aseguró que cuando se habla de elefantes, inmediatamente piensa en el expresidente Ernesto Samper, “elefante es cuando se le mete a uno algo que uno no quiere ver lo que entró a su casa y generalmente es corrupción”, Richard Aguilar menciona: “Es algo muy grande estorboso que no sirve para nada” y Toro finaliza: “son aquellos procesos políticos amañados de enorme tamaño que todos parecieran no ver pero que están ahí a la vista de todos”.
Godo:
Si se va al diccionario, se refiere al rico y poderoso originario de familias ibéricas que, confundido con miembros invasores de este pueblo, entró a formar parte de la nueva nobleza. Sin embargo, en Colombia esta definición está lejos de lo que significa en la política, Cabal explica: “Es una persona extremadamente conservadora que le cuesta aceptar ideas o cambios en una sociedad”.
Toro dice: “Es aquella persona que es el símil del mamerto, pero al otro lado del espectro que no quiere que se cambie nada y que al final todo lo que dice va en contra de los derechos de las minorías”.
Lagarto:
En el ambiente político usan este término para referirse a las personas que están tras un político para lograr un beneficio. Cabal asegura: “Un lagarto es el más lambón que esté con quien esté mientras esa persona esté en el poder va a estar ‘lamboneando'”. Aguilar asegura: “es un arrastrado con pobreza mental con una lengua extra larga”.
Mauricio Toro lo define como una persona que es experta en arrastrarse, de pasar a un lado a otro sin problema, que le encanta comer ‘micos’ y montar ‘orangutanes’ todo para beneficiarse.
Chanchullo:
“Acción de una persona o acuerdo secreto entre varias personas para, de forma poco clara, conseguir un beneficio sobre un asunto en perjuicio de otros”, asegura el diccionario, ¿qué dicen los congresistas? Cabal menciona: “Es la forma de negociar por debajo de la mesa, algo ilegal”, Aguilar lo definió como el “oxígeno que corroe a la sociedad”, y por último menciona Toro: “Dícese de los entuertos que hacen los ‘lagartos’ con los ‘micos’ que se vuelven ‘orangutanes’ para lograr tener ‘elefantes'”.
Mermelada:
Lejos de ser la dulce pasta de frutas se refiere al clientelismo y la corrupción, “esta es la dosis que se le da a los congresistas para que pasen las leyes sin decir nada, es decir, es burocracia, contratación y proyectos de inversión para las regiones a cambio de los votos”, asegura María Fernanda Cabal. Para Mauricio: “Es la comida que el ejecutivo o el gobierno le tira a los ‘lagartos’ para que se alimenten bien y no muerdan a nadie, esos son puestos, contratos, etc”.
Pupitrazo:
El pupitrazo va más allá de golpear fuertemente el pupitre con la mano. “Es cuando se pasan las leyes sin siquiera debatirlas, sino que hay mayorías y simplemente se golpea la mesa de la curul”, explica María Fernanda Cabal. Para Richar Aguilar esta es la forma más cínica de obligar a un Congreso a aprobar temas trascendentales para un país.
Lejos de ser chocolate, “es una persona muy influyente, ya que económicamente ocupan un lugar privilegiado en la sociedad por su riqueza, por lo tanto gozan de un espacio especial en la política”, según Cabal. Para Toro es un personaje que acumula un enorme poder político o económico y cuyos deseos son órdenes para ‘lagartos’, ‘godos’ y ‘mamertos’.
Lobby:
Por último, están las relaciones públicas en el Congreso. La senadora del CD explica: “Lobby es el relacionista con algún interés para motivar un proyecto de ley, un cambio en una ley, entre otros”. Por último, Toro menciona que es la forma poco sutil como los ‘cacaos’ mandan a decir cuáles son sus deseos.