Soy pasajero de este mundo, pero no me contento con sólo mirar el paisaje,
necesito del contacto con las personas, el toque con las plantas, la mirada
sobre el paisaje que a veces me emociona de tanta belleza. Soy un humilde
visitante de ese lugar, y por más tiempo que aquí pase, es sólo uno soplo de
tiempo ante el infinito de mi espíritu errante, que recoge acertar más que errar,
para poder fijar la base en algún lugar donde yo pueda decir finalmente "este es mi hogar".
Entonces, como dueño de mi destino, necesito aprender a servir más que ser servido,
pues aprendí que no basta sólo amar más, que ser amado, pero amar sin distinción
y en todo tiempo, generando así un campo magnético que envuelve y contagia las
personas, yo necesito esparcir el amor. No me cuenta nada sólo servir más que
ser servido, pues necesito aprender a ser el siervo que no se lamenta de la
oportunidad que se presenta, sea de noche, sea de día, para los amigos,
y principalmente para los que me ofendieron, para los que aún no descubrí
lo intimo, pues todos nosotros cargamos la misma centella Divina.
Soy pasajero de este mundo y no vine sólo para recoger, traigo las manos
listas para el trabajo, el corazón lleno de amor para repartir, el alma repleta
de emociones que a veces rebosan y me hacen llorar. Lloro por el hermano
que se cayó por la guerra que no pude evitar, por las faltas que se
cometan, por los engaños que mis hermanos están cometiendo este día,
por los que aún no aprendieron a bendecir y dividir el pan, para los que aún
cargan dentro de sí el orgullo, por los que creen que de alguna forma son
superiores en alguna cosa, olvidándose que somos todos pasajeros,
que la tierra nos aguarda para nivelar de un golpe por todas nuestra arrogancia.
Dame tu mano, ven a viajar conmigo, pero no traigas equipaje pesado, deja los dolores,
el orgullo, la envidia, el odio y cualquier rencor allá en la estación,
como maleta perdida que nadie quiere encontrar, sigue ligero en este viaje,
ven lleno de amor a seguir rumbo al infinito que nos lleva al Padre...
Paulo Roberto Gaefke