El contraalmirante del ejército chino Lou Yuan sugirió a finales del pasado mes de diciembre
que la actual situación de tensión en los mares del este y sur de China podría resolverse con el
"hundimiento de dos portaaviones" estadounidenses, según informó el portal australiano news.com.
Sus declaraciones forman parte de un discurso pronunciado en la ciudad china de Shenzhen,
en el que también afirmó que las disputas comerciales entre su país y EE.UU.
iban más allá del ámbito económico o mercantil, y constituían "un asunto estratégico principal".
"Lo que más teme EE.UU. es sufrir bajas", declaró Yuan, especificando que el hundimiento
de uno solo de los portaaviones estadounidenses que patrullan la zona se
cobraría la vida de unos 5.000 hombres y mujeres en servicio, y recordando que
el hundimiento de dos duplicaría, lógicamente, ese número. "Veremos qué tan asustados
están los estadounidenses", sentenció al respecto.
Según este alto mando militar chino, las "cinco piedras angulares de EE.UU." son el Ejército,
el dólar, el talento, los votos y la presencia de adversarios. En este sentido, indicó
que la actual política de línea dura de la Administración Trump contra China era el
único asunto importante que contaba con el apoyo unánime de
republicanos y demócratas en Washington.
Lou Yuan es un académico militar calificado como contraalmirante en la Armada del Ejército
Popular de Liberación (PLAN) y ocupa la jefatura adjunta de la Academia China de Ciencias Militares,
por lo que fue invitado a la cumbre 'Military Industry List' de 2018,
en cuyo seno pronunció su polémico discurso.
Relaciones complicadas
La tensión entre China y EE.UU. se ha incrementado constantemente en los últimos años,
marcada por roces navales en el mar de la China Meridional y acusaciones contra Pekín
por supuestos intentos de injerencia electoral.
China y EE.UU. tienen como fecha límite el próximo marzo para terminar su guerra comercial.
El presidente de EE.UU., Donald Trump, y su homólogo chino, Xi Jinping, acordaron el
pasado 1 de diciembre, al término de su reunión en Buenos Aires (Argentina), una 'tregua'
de 90 días en su disputa comercial, mientras los dos países intentan ultimar un acuerdo
duradero sobre la propiedad intelectual, el robo de tecnología
y las barreras comerciales no arancelarias.