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Canela, limón, lavanda, eucalipto ... Son muchos los aromas que podemos usar para refrescar la casa y, de quiebra, mejorar nuestra salud. Aquellos que no dispensan una fragancia en el aire pueden echar mano de las enseñanzas de la aromaterapia, disciplina que apuesta por el poder del sentido del olfato para estimular las funciones del organismo, y crear un clima zen en casa. La aromaterapia surge del uso de los aceites esenciales extraídos de hojas, raíces, flores y ramas, que pueden ser usadas en terapias curativas y de relajación, pero se aplican también en la elaboración de velas aromáticas. Cuando las velas arden, propagan con facilidad por el ambiente el aroma de los aceites esenciales, creando una atmósfera que inspira paz y tranquilidad. Lo mejor a hacer es encender la vela por la mañana y por la noche, porque el objetivo es la relajación y la tranquilidad. entonces
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