Quiero aprender a vivir con tus sueños;
a los cuales les abrazo como crisálidas,
para emerger en los mágicos ensueños
cuyo tintineo son caricias desinhibidas
Contigo a mi lado, se acabaron mis penas
cuya pendiente se vierte hacia el ocaso,
donde el abismo las convierte en ajenas
al camino, que conduce al Parnaso
Tan solo por hoy no pensaré, divagaré
y aceptaré al silencio como si fuera poco
en una selva transpirada, donde aprenderé
a versar en un lienzo donde te evoco
Busco el tiempo para detener el segundero
ya no pensando en agoreros, sino en ríos
encauzados por la dicha de tomar un crucero,
y zarpar hacia el universo de los delirios
Tu te convertiste en el ser que no existía
en mi raciocinio, y fue el cielo en un huracán
que nos puso frente a frente, en ese día
cuyo final son arrullos que se multiplican
Nelson