Urgente
Es urgente que mires con cuidado.
Que notes los cristales que brotan
salpicados de sangre mortecina.
Esos cristales manchados de la desilusión.
Rasgaron el interior inocente,
las ansias del alma enamorada.
Destrozaron por dentro cada recuerdo hermoso.
Es urgente que reconozcas el daño,
la desdicha.
Quizás estés a tiempo para pedir perdón.
Aún es posible revivir la belleza compartida.
Dime si recuerdas
las veces que frotábamos los cuerpos
buscando calor,
que tocábamos delicadamente nuestras mejillas enrojecidas,
las muchas veces que delineábamos
el contorno de nuestros labios entreabiertos,
jadeantes,
suspirando fundirnos en un solo ser
viajando por el infinito,
los instantes en que se nublaba la vida,
y se centraba la certeza en el corazón.
Ese corazón palpitante que ahora muere.
Es urgente que descubras la manera
de rescatar de ese pozo profundo,
en tinieblas,
nuestro amor lastimado de muerte.
Es urgente,
quizás aún estés a tiempo
de devolverle los colores a este crisol.
Carmen Amaralis Vega Olivencia