¡TE QUIERO MADRE!
¡A una rosa, que se escapó de mi jardín,
y ahora reposa en los confines del cielo!
¡Tú, pariste… este poeta,
el que hoy con su verso, llora!
¡Qué oscura GUIRNALDA implora!
Llora y gime la quinteta
¡La que a tu muerte dolora!
Madre quiero yo cantarte
mi canto de voz callada,
si ya no puedo mirarte
y, ya no puedo besarte;
oye mi voz LIBERTADA.
Nuestro correr por la vida
no es, solamente vivir,
también nos llega el sufrir
con el JUBÓN despedida;
también nos llega el morir.
Dolor de mi ser HENCHIDO
llora mi sentir y mi alma,
porque ya tu ser se ha ido
y ante la muerte vencido,
¡Ya el ALABASTRO es tu calma!
Autor: Pablo Grados Tapia