De tu frío y de mi abrigo
del pan que me sobra y de tu hambre
del techo que me resguarda y de tu firmamento lúgubre y desnudo
del hombre tras las rejas y de mi indiferencia,, eslabón en su cadena
de mis muchas palabras y que mancillen el inmaculado vacío de tu silencio
de la risa prestada y que caiga sobre la fragilidad triste del otro
de mi ceguera y de tu mirada
tengo miedo de mis días que se alargan sobre el final de tu camino
y mas temor aun, de aquello que sale de mi,tras la puerta de la voluntad
y de la lagrima que se permita derramar. ALBA