¡¡¡ OCTAVAS PARA LA ABUELA !!!
*** Versos de la Rosa ***
Las arrugas de preciada hermosura saben amar
viviendo ese carácter épico por sentir la abuela,
dicen al aire que acaricia su rostro, su grandeza
cuando bañada de lágrimas ruega por la familia,
su poderoso ser que la preservara de la soledad
cuando el dilecto compañero escapo al Nirvana,
abuela el ser engarce del pasado en el presente
es ser algo de la vida pasada que ansía renacer.
Las arrugas embargan de amor, tu alma abuela
apergaminada entre esa serenidad de tu familia,
entregas con mucho orgullo una pasión secular
que emana del vivo proceder de su experiencia,
veterana estirpe de esa maternidad con ingenio
asombra al pasado que enmarca tú bello rostro,
dejando que esa esencia se esparza como mies
en el comportamiento inexorable de su esencia.
Legítima consorte del territorio de sus vástagos
prototipos que encarnan esos suspiros de amor,
artesanía primorosa con ganchillos de bordados
esparcidos con gracia por sus cojines del hogar,
hermosos cabellos encastados con albor nevado
experiencia conseguida en los tableros del lavar,
dando su mano ingeniosa para servir a la familia
con su esperanza en sus apetencias de felicidad.
Surcos que acunan su rostro con adornos vivos
que engarzan con ese soñar entre los recuerdos,
vivencias de zalemas totalmente esplendorosas
que marca su entronque genial de esta felicidad,
preparando con generosidad su estar disponible
al forzoso recuerdo de encuentro con su pasado,
cuando de pequeña hacia sus muñecas del barro
secas al viento que asombraba su sueño de niña.
Son instantes donde vivirlos representa su edad
cuando tanta gracia se entremezcla tiernamente,
este empeño vital de una sucesión estructurada
con ardor cordial que su abuela aporta al hogar,
hasta que su suspirar del tiempo disipe su velar
deja a sus amadas nietas huérfanas de ese vivir,
sabiendo que ese día cuando sean ellas abuelas
llevaran la esencia de ese linaje hasta el Nirvana.
Autor:
Críspulo Cortés Cortés
El Hombre de la Rosa
09.- de julio año 2019
Hoy expreso mi cariño ha las abuelas del mundo, que como madres primero, y después como abuelas, han sabido mantener el amor de la familia hasta el día de su muerte.
Este poema no discrimina a los abuelos que han apoyado siempre el bienestar de su familia, pero la ternura siempre nos llega de una mujer que ha sido madre y abuela.
El Hombre de la Rosa