¡¡¡ EL COMER NO TIENE CARIDAD !!!

*** Versos de la Rosa ***

 Si respetamos la vida de los seres vivos

  no podríamos seguir con nuestras vidas,

 tenemos que alimentarnos para procrear

  no hay otra opción que matar por comer.

 Confieso que la desazón detiene tú alma

 de comer seres vivos por dilatar su vida,

  esos que tiene dos manos y dos piernas

   aun cuando vivan con formas diferentes.

  Todos también se sustentan de otra vida

   se nutren destripando otros semejantes,

  animales que van buscando su alimento

   sometiéndose al poderío del más fuerte.

  Todo ser vivo demanda su comida diaria

   pero su comida sea vegetal o sanguínea,

  vives de las especies vivientes vegetales

   como pez que se nutre del más pequeño.

  Todos tenemos que comernos para vivir

   todo ser humano se alimenta de alguien,

  todo lo que se mueve se lo trasiega otro

   no existe la piedad en la naturaleza viva.

  Algún mortal ha comido su propia carne

   la existencia sigue viva cuando se nutre,

  las vidas se alimentan las unas de otras

   no sabe existir nuestra Tierra sin comer.

  Estamos forzados a alimentarnos todos

   aunque sazones una realidad de morirte,

  todo  organismo es nutriente de gusano

   el propio Universo se nutre de si mismo.

  Para decidir quién debe existir sin comer

  hay que estar creado de estirpe inmortal,

  nacido con esta inmortalidad de Creador

  para recrear otro Universo con la piedad.

Autor:

Críspulo Cortés Cortés

El Hombre de la Rosa

5 de septiembre 2019

Comentario de autor sobre el poema: 

La comida no tiene caridad siendo necesaria para sobrevivir a todas las especies vivas en la Tierra.

Todos nos nutrimos de todo lo que nos rodea, sean orgánicos o vegetales como nutrientes de la tierra.

Devoramos todo, sea en tierra o en el mar y cuando mueres tu carne se la comen los gusanos que alimentan a las aves.

Toda tú vida gira a través del alimento que necesita un cuerpo para poder vivir.

El Creador del Hombre al expulsarnos del Paraíso donde se sobrevivía sin comer, obligando a todas las especies vivas a comerse unos a otros.

El Hombre de la Rosa