Esta Campana Rota
Esta campana rota quiere sin embargo cantar: el metal ahora es verde, color de selva tiene la campana, color de agua de estanques en el bosque, color del día en las hojas.
El bronce roto y verde, la campana de bruces y dormida fue enredada por las enredaderas, y del color oro duro del bronce pasó a color de rana: fueron las manos del agua, la humedad de la costa, que dio verdura al metal, ternura a la campana.
Esta campana rota arrastrada en el brusco matorral de mi jardín salvaje, campana verde, herida, hunde sus cicatrices en la hierba: no llama a nadie más, no se congrega junto a su copa verde más que una mariposa que palpita sobre el metal caído y vuela huyendo con alas amarillas.
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