Las mejores cosas de la vida no pueden
lograrse por la fuerza. Puedes obligar a
comer, pero no puedes obligar a sentir hambre;
puedes obligar a alguien a acostarse,
pero no a dormir; puedes obligar a que
te elogien, pero no a que te admiren;
puedes obligar a que te cuenten un secreto,
pero no a confiar; puedes obligar a que
te sirvan, pero no a que te amen.
---Walter Riso
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