La nostalgia reina, la tristeza
llega, y la soledad me acecha,
y los recuerdos, me invaden
y dan vuelta en mí cabeza.
Amiga mía, si eres amiga,
porque te pienso, porque
te añoro y miro tus fotos,
y no puedo dejar de pensar
en ti.
Eres mi vida y a la vez mi agonía,
porque sin ti, yo muero de pena,
amiga mía, no sé el porqué, pero
para mí, eres más que una amiga.
Me elevaste al cielo y me dejaste
caer, al fuego de los malditos,
tantos planes, tantos deseos, se
quemaron en el infierno.
Y no puedo olvidarte, recuerdo
cada palabra, cada risa, recuerdo
cada línea, cada punto y cada
coma.
Amiga mía, no me preguntes porque,
porque no lo sé ni yo, vivir sin ti,
no entraba en mis planes.
Y hoy, al escribirme tú, hoy quemaste
mi último sueño, mí último deseo, y
no sé él porque, siempre me pasa a mí.
No hay amor verdadero, no hay amor
que cien años duré, creo que
cuando Cupido paso, yo no estaba
aquí.
Y por eso, no tengo, suerte en el
amor, tú llegaste de la nada, cuando
yo vivía, en una oscuridad eterna,
donde nunca había luz, y tú
llegaste a mí, dando luz a mi vida.
Pero poco duro la luz, y poco mi
alegría, porque lo mismo que llegaste,
te alejaste de mí, aquí se acaba mi mundo
y empieza mi condena, en estas cuatros paredes.
Donde me muero de pena, mi alma
se queja, y mi voz se calla, y cumpliré
mi condena, por no tenerte a mi lado,
me alejaré del mundo.
Y cerraré mi alma y no entrara nadie
más, en mi corazón herido, que
sangra desde aquel día, cuando
supe, que no serias mía, que tu corazón
era de otro.
Julian cobo