El escritor se desvela,
coge un manojo de sueños:
grandes, medianos, pequeños;
en aviones sueños vuela.
Escribe un cuento o novela,
con sus letras reanima,
baila con su propia rima
y metáfora inspirada,
con fantasía ideada,
o realidad que anima.
El escritor Dios pequeño,
sufre al parir nuevo tema
con tenacidad extrema;
pone su máximo empeño.
Es de sus letras el dueño,
teje y desteje a su antojo,
¡Todo lo ve, su buen ojo!
Nos regala su talento
y su noble sentimiento,
que ofrece como un manojo.
¡Vítores a ti escritor!
Agradece tu obra el mundo;
tu albo mensaje profundo
entregado con amor.
Autora: Edith Elvira Colqui Rojas-Perú-Derechos reservados