A lo largo de la vida nos encontramos con mujeres que están
soportando toda serie de abusos o maltratos por parte de quien
ellas mismas aman, algunas lo hacen con la esperanza de que su pareja
cambie y muchas otras porque piensan que sin ellos no
podrían salir adelante.
Entre estas mujeres, es común sufrir el maltrato y abuso psicológico.
A esto, hay que añadirles las mentiras e infidelidades… e incluso los
consejos de personas que aún siendo bien intencionadas sólo lo hacen peor.
Duele darse cuenta de que ya no eres amada por tu pareja
No hay nada más doloroso y triste que darnos cuenta que esa persona a
quien se le entregó el corazón y con quien juramos amarnos, protegernos y
cuidarnos por siempre, ahora se vuelve en contra nuestra porque
decidió poner sus ojos en otra mujer y lo que es peor, lo deja saber
descaradamente a su pareja, como ostentando un trofeo más en su
vida, sin importarle cuántas lágrimas y cuanto dolor deja con sus acciones.
Nada más cruel que escuchar “ya no te amo” salir de la misma boca
que en su día te ilusionó y convenció para vivir siempre juntos al decir
“te amo”. Ahora sus palabras se convierten en fuente de lágrimas,
destruyendo sueños, sumiendo en la incertidumbre y en
un futuro incierto a hijos y esposa…
Vemos que la relación está rota, pero no queremos creerlo
A pesar de tener pleno conocimiento de la situación, preferimos creer
que algún día todo volverá a la normalidad, arreglándose por sí solo.
Y no sólo no somos capaces de enfrentar la realidad, sino que por ello
mismo caemos en más manipulaciones que juegan con nuestra mente:
“Estás sobrereaccionando a todo, portándote como una mujer celosa e insegura.”
“Haga lo que haga, te parece mal”.
“Eres una obsesiva”.
“Siempre estás revisando mi teléfono celular”
Ilusamente, prometemos y nos hacemos el propósito de “cambiar”,
de no hacer nada que provoque incomodidad a nuestra pareja…
todo con el afán de retener a quien nos engaña, maltrata
psicológicamente y culpabiliza de todo.
Nos sentimos inservibles, poca cosa, incapaces de satisfacer al hombre de
nuestra vida… Deseando que las cosas puedan ser como antes,
cuando en realidad, pasando lo que ha pasado, ya nunca más podrá ser igual.
No tiene sentido vivir en una relación rota
Toda mujer merece ser amada, respetada y valorada, y cuando no
recibimos eso, sólo nos devaluamos a nosotras mismas con nuestros
lamentables ruegos, súplicas y humillaciones
Es doloroso cuando vemos que nuestro mundo se derrumba:
se llora, se sufre, pero debemos buscar el momento para pensar
en nuestro propio bien, el de nuestros hijos y familia que no
merece un hogar sin respeto ni amor. Muchas veces nos quedamos
soportando las infidelidades por el bien de nuestros hijos, cuando
¿qué bien puede hacerles vivir en un hogar así?
Tal vez sea la hora de enfrentar la realidad, de admitir que
la relación está destruida, y con ello también la familia que
intentamos proteger. Puede ser hora de admitir que
hemos perdido, pero que él perdió mucho más.
Ahora quedas tú, la mujer bella y delicada, pese a todo lo
sufrido, tú vales, tú puedes, porque eres fuerte y valiente.
Prosigue tu vida, mujer; los primeros días serán los más duros
pero con el tiempo te darás cuenta que quedarte sola
habrá sido mucho mejor que quedarte con él.
Adelante mujer, tu puedes, tú vales.