Quien desarrolla amor por las mascotas, ha descubierto uno
de los sentimientos más puro asociado a los afectos.
Es adaptar a otro ser y adaptarse a convivir con un
a especie distinta a la humana.
Conexión sin idiomas e intuitiva. Son eternos afectos que nos
profesan, incondicionales y absolutos.
Desde la perspectiva humana, son los niños que nunca crecen,
desde la perspectiva de las mascotas, a lo mejor,
somos los eternos amigos para jugar y acompañarnos.
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