Te haces daño si te exiges ser perfecto
Exigirse ser perfecto es un objetivo poco realista, ya que
nunca lo podremos conseguir, por mucho que nos empeñemos
en ello. Los seres humanos estamos continuamente
cometiendo errores y es gracias a ellos que aprendemos
y mejoramos, pero nunca seremos infalibles en nada.
Si crees que puedes alcanzar la perfección, gastarás
demasiadas energías. Lo único que harás es frustrarte
cuando las cosas te salgan mal y al final acabarás
abandonando tus metas, precisamente porque con ellas
no puedes cumplir tus expectativas.
Exigirse demasiado es descuidarse mucho.
Alicia Escaño
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