Resulta contradictorio que una persona dedique su vida
a buscar la felicidad. Ser feliz no es una obligación.
Es más, cuando uno se esfuerza por ser feliz, está dejando
de serlo, porque la felicidad es espontánea, es un sentimiento
que aparece cuando menos lo esperas, cuando no te estás
fijando en él".
De esta forma, la psicóloga y terapeuta Cristina Martínez
Bernal previene contra esa nueva obsesión social que pretende
convertir la satisfacción personal en un bien de consumo
rápido y duradero.
Lugode Lucas
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