Nos movemos a base de prejuicios, de recuerdos y tópicos.
Es peligroso vivir de la memoria, del pasado.
Sólo el presente está vivo, y todo lo pasado está muerto, no tiene vigencia.
Incluso el futuro no existe. Sólo hay vida en el presente,
y vivir en el presente supone dejar los recuerdos, como algo muerto,
y vivir las personas y los acontecimientos como algo nuevo,
recién estrenado, abierto a la sorpresa que cada momento
te puede descubrir. Es el ahora el que importa,
porque ahora es la vida, ahora todo es posible, ahora es la realidad.
|