"Con el tiempo te quedas sin ganas de escuchar cosas, de estar con gente y de frecuentar lugares que no te gustan. Con el tiempo te quedas sin ganas de reirle las gracias, a gente que no tiene gracia, de ayudar a quien no te lo agradece y de querer a quien no se lo merece. Con el tiempo te quedas sin ganas de discutir, de insistir, de pedir disculpas y de esperar nada de nadie. Con el tiempo defiendes tu intimidad, te vuelves más selectivo y ya no cedes a cualquiera un asiento en la mesa de tu vida".
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