Aprovecha las pequeñas oportunidades
Cada día se nos presentan pequeñas oportunidades que
las aprovechamos diciendo la verdad, actuando en integridad
y justicia, tomando desafíos, dando aliento a alguien con nuestras palabras o con contacto físico en forma de abrazo,
una palmada en el hombro, un beso, con actos sencillos de generosidad,
siendo ejemplo para nuestra propia familia y comunidad.
Si esperamos solo por la gran oportunidad de nuestras vidas para
aprovecharla nos perderemos de disfrutar las pequeñas oportunidades
que a diario se nos presentan.
Estas pequeñas oportunidades pueden ser varias en un mismo día,
esas pequeñas decisiones que se toman para mejorar la vida propia y la
de tu familia, también son actos sencillos que pueden dar luz, producir
una sonrisa y ser de alivio a otra persona. Si luego sumas todos esos
pequeños detalles verás que han significado mucho, te han hecho más fuerte,
has crecido, has tenido éxito o has aprendido de un fracaso, han devuelto
la alegría a alguien, han sido el paso para el cambio en alguna vida.
En realidad, esta forma de vivir es uno de los mandamientos que Dios
quiere que sigamos, el primero es amarle con todo el corazón a
Él y el segundo es amar a los demás como nos amamos a nosotros mismos.
¿Cuándo?... Cuando aprovechemos esas pequeñas oportunidades.
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