Cuando sientas que tu mundo está rodeado de soledad y tristeza, detente un momento y piensa que en algún lugar, no sabemos dónde... hay una persona afín a ti, alguien que al igual que tú sueña con encontrar a la persona correcta para pasar sus días, a quien darle amor, amistad y lealtad.
Por muy mal que lo pasemos y mucho daño que nos hayan hecho, no debemos decaer y darnos por vencidos pensando que siempre será así.
Pese a todo esto lo que nos puede suceder, siempre debe haber esperanza, la vida nos enseña que muchas veces el destino simplemente está distraído con nosotras, pero que en un instante todo puede darse la vuelta.
Muchas veces el destino lo forjamos nosotros mismos. No demos nada por sentado en esta vida, siempre hay que luchar por encontrar la escurridiza felicidad. Piensa que, si has sufrido y tu corazón está aprisionado, lo mejor es dejarlo libre para encontrar su lugar, con la esperanza de que en una de esas oportunidades te encontrarás con esa persona que busca lo mismo que tú y vivirán felices por siempre.
Pero si esa oportunidad pasa y no es aprovechada, los dos quedarán eternamente atrapados entre la duda de si pudo haber sido, dejándote a ti con la eterna pregunta e inquietud de si te estás perdiendo lo que el amor y el destino te tenía preparado.