El verano es el tiempo perfecto para hacer una pausa en
nuestras rutinas, ralentizar ritmos y relajarnos.
Hace calor, nuestros biorritmos bajan y, aprovechamos para vivir
más despacio, pero también de manera más atenta a nuestro
entorno.
Es el momento para pensar y reflexionar tomando conciencia y
reconduciendo aquello que nos produce insatisfacción.
- Revisa prioridades.
- Céntrate en el momento presente.
- Escucha.
- Saborea.
- Respira calmado.
Disfruta de todo eso que te pone por delante el verano.
Vanesa
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