A todos nos duele algo que nunca llegó a ser, algo que no pudimos vivir,
un sueño que se hizo añicos que toco el suelo antes de alcanzar el cielo.
Todos hemos perdido la cabeza junto con el corazón alguna vez y
casi siempre nos ha resultado mas sencillo recuperar la primera que
lo segundo porque cuando un corazón se pierde no hay sentido común
que lo rescate.
A todos alguna vez una palabra, algo que no esperábamos oír
nos cortó en dos como si fuese una espada afilada de Toledo.
Y aunque volvimos a juntar los pedazos jamás pudimos ser los mismos.
Porque las palabras duelen más por quien las dice que por lo que dicen.
Otras veces es tan grande su peso que puede quebrarte el alma
sin importar lo fuerte que seas.
A todos nos han vendido espejitos de colores que nos hicieron felice
s aunque sea un tiempito, hemos sido victima y verdugo, cuchillo
y herida según giraba la rueda de nuestra vida. Hemos herido a veces
sin querer pero también hemos curado.
Todos hemos aprendido a ponernos de pie cada mañana,
como si no hubiese pasado nunca, como si no hubiese pasado nada.
Todos tenemos todavía algún sueño bajo la almohada.
Todos nos hemos emparchado y aunque todavía nos queden parches
por poner: soñamos con que la moneda caiga a nuestro favor
alguna vez y podamos sentirnos completos aunque no nos quepan
más remiendos.
---Tomado de la Web
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