Cicatrizar las heridas presentes de nuestro pasado emocional
Merece la pena intentar curar las heridas que nuestro pasado nos generó, deshacernos de su pesada carga y, así, ser conscientes de lo que nos ahoga.
Superar nuestro temor a soltar nuestro pasado es la única manera de cerrar la puerta para que el monstruo no vuelva a entrar a nuestra casa.
Imagina que reduces al tamaño de un globo de helio las cadenas que te están apretando y que te mantienen atado. Entonces lo dejas ir; tú lo miras mientras se dirige hacia el cielo y lo pierdes de vista, sonriendo y sintiendo una gran paz interior.
Globos volando sobre el cielo
¡Suelta!
Si no te trae alegría a tu vida… SUELTA
Si no te ilumina ni te construye… SUELTA
Si permanece, pero no crece… SUELTA
Si te procura seguridad y así te evita el esfuerzo de desarrollarte… SUELTA
Si no brinda reconocimiento a tus talentos… SUELTA
Si no acaricia tu ser… SUELTA
Si no impulsa tu despegue… SUELTA
Si dice, pero no hace… SUELTA
Si no hay un lugar en su vida para ti… SUELTA
Si intenta cambiarte… SUELTA
Si se impone el `yo´… SUELTA
Si son más los desencuentros que los encuentros… SUELTA
Si simplemente no suma a tu vida… SUELTA
SUÉLTATE… la caída será mucho menos dolorosa que el dolor de mantenerte aferrado a lo que FUE PERO YA NO ES
DE LA RED
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