Según un estudio de 2010 de Paarden Gedrag,
los caballos no solo entienden nuestras
palabras mejor de lo que se pensaba hasta el
momento, sino que tienen muy buena memoria.
Si un caballo es tratado de forma amable,
recordará a la persona como un amigo
para siempre, inmediatamente la reconocerá
cada vez que la vea, sin importar cuánto
tiempo haya pasado Asimismo, recuerdan
lugares muy bien.
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