NO JUZGUES A LA GENTE
No hables mal de una persona en su ausencia.
También es parte de la perfección divina que eres.
Sonríe. Todo el tiempo.
Esto sana el alma y crea un ajuste de buena
voluntad para ti y el mundo a tu alrededor.
No asumas la responsabilidad por el desarrollo de otras personas,
por su visión del mundo y la felicidad -
cada persona hace su propia vida.
Todo el mundo tiene su propio karma y desarrollo espiritual personal.
Permite que los otros sean y vayan por su propio camino.
No te juzgues a ti mismo y tus acciones del pasado -
sin este pasado no tendrás este presente.
Deja de volver a los errores del pasado.
Es un desperdicio de energía. Simplemente no los repitas.
No te aferres a nada, ni a la gente, ni a las cosas.
Si algo se ha ido, era necesario para el universo, pero sobre todo, tú.
Tu personalidad, tu ego puede actuar por algo que considera vital,
pero tu alma sabe lo que necesitas.
Perdona con facilidad. El insulto es un conflicto
interno que da a luz a las enfermedades del alma y del cuerpo.
Cuando sientes el insulto en ti mismo, mira, mira de donde vino,
el sentido de tu propio significado o el sentido de la futilidad.
Envia a esa persona un rayo de luz de tu corazón y
mira cómo se derrite el insulto y la intolerancia.
Reduce las críticas en el pensamiento,
se necesita una gran cantidad de energía.
Trata de escuchar a tu alma más a menudo,
y gradualmente se irà el desperdicio de tu mente.
Sé más consciente de tu cuerpo.
A menudo dale la oportunidad de relajarse y descansar -
entonces la energía en ella se mueve de la manera correcta.
Aprende a hablar menos. La charla continua expulsa la energía,
especialmente cuando se nutre con las emociones.
Prueba la siguiente técnica: cuando algo importante sucede en tu vida,
no se lo digas a nadie, incluso si sientes una necesidad de gritarlo.
Así puedes mantener el poder y la energía de lo que pasó.
De la misma manera, cuando alguien más te mete en su historia,
quédate tranquilo y no te dejes participar en las emociones de otras personas.
Protégete de lo negativo. En el momento que sientas una energía
negativa o un acto dirigido hacia ti, inmediatamente dirige lo opuesto a él.
Si te gritan - di una palabra bonita; si te odian - expresa amor.
Pero no lo hagas parecer así, sino, hazlo consciente desde el corazón.
Esto calmará lo contrario. ¡La mejor protección es la luz interior!
Empieza a hacer lo que crees que es imposible y te da miedo.
Los límites y restricciones en los que cada hombre está encerrado
está bloqueando su poder y su libertad para ser él mismo.
Al principio parecerá difícil, pero gradualmente encontrarás un
enorme potencial para diversas actividades.
Empieza con pequeñas cosas, entrena tu mente y sal de lo imposible.
No traiciones tu profundo yo. No te engañes a ti mismo creyendo que
puedes ser feliz cumpliendo con las expectativas y esperanzas de alguien màs.
No le debes nada a nadie. Todo lo que tienes que hacer
es no traicionarte a ti mismo. Escucha la voz de tu corazón, no la del ego.
Cada día aprende algo nuevo. Enriquece tu alma con nuevas impresiones,
tu corazón, con sabiduría, y tu mente, con un conocimiento útil.
Encuentra tiempo para leer: en los libros -
miles de años de experiencia y sabiduría se han acumulado.
Apártate de la gente que te empuja hacia atrás, robando tus fuerzas vitales.
Evita a los que juzgan, que se quejan y lloran.
No te involucres con personas con las que no tienes nada que ver.
Algunas personas se llevan bien con el pasado. ¡Avanza! Elige a las personas
con las que sientas empatìa para relacionarte.
No olvides que siempre tienes esta libertad - para elegir.
Se honesto contigo mismo. No vivas en el autoengaño,
aunque sea el camino más ligero. No olvides,
la gente no es lo que imaginas; el mundo no es lo que quieres que sea.
Mira la verdad en los ojos y vive en la realidad. No engañes a la gente que te rodea.
Ama sin condiciones. Amar a alguien con la condición de ser lo
que tu esperas o hacer lo que tu quieres,
es manipulación y falta de respeto por la libertad del otro. Ámate a ti mismo.