Hay quienes consideran «natural» que cuiden las mujeres,
piensan que ellas están más preparadas biológicamente, que es
su función hacerlo, pero se olvidan que mujeres y hombres
no nacen con unas capacidades diferentes, que es la construcción
social del género la que determina las tareas que unas y otros
deben realizar en cada momento de su vida.
El rol de cuidadoras tiene en la actualidad difícil justificación
y como iremos viendo es una tapadera para encubrir los déficits
institucionales que la sociedad tiene para atender a las
personas dependientes. Mientras recaigan sobre las mujeres
las tareas de cuidado las administraciones pueden obviar su
obligación de prestar los servicios a los que tienen derecho
todas las personas, sea cual sea su edad
o capacidades funcionales.
En conclusión, la respuesta a la pregunta de por qué cuidan
las mujeres, es sencilla aunque difícil de aceptar: las mujeres siguen
siendo ciudadanas de segunda en la sociedad del siglo XXI.
Angeles Brinon
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