Es importante “entender que el sueño es un taller de reparación y
restauración. Si no dormimos bien, al día siguiente nos sentiremos
muy cansados. A nivel psicológico, sufriremos ansiedad, falta de
concentración y estaremos de mal humor. No rendiremos y estaremos
más irritables. Y a largo plazo, este hecho repercutirá muy directamente
sobre la salud y la calidad de vida de las personas".
El doctor Estivill otorga la receta para lograr un buen descanso:
“Es necesario evitar las proteínas y el alcohol, así como los
alimentos difíciles de digerir en la cena, porque desvelan.
Por el contrario, “los hidratos de carbono, los plátanos o las nueces
son recomendables porque llevan triptófano, precursor de la melatonina.
Cenar muy poco tampoco es bueno, porque la falta de glucosa nocturna
nos puede despertar”.
Y recordar que "los niños de cinco años deben dormir 11 horas,
un adolescente necesita dormir 9 horas y un adulto, 8.
Ahora bien, un 5% de la población tiene suficiente con 5 o 6 horas.
Hay otros que necesitan 10".
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