Los efectos de la primera no se manifiestan en todas las personas
ni tampoco de igual manera. Sin embargo, sí que es bastante
común experimentar pequeños cambios de ánimo que
a veces son casi imperceptibles.A nivel anímico, podemos
experimentar los siguientes estados de ánimo:
Alegría y exaltación
Nuestro estado de ánimo en primavera puede resultar afectado
positivamente: nos sentimos vivos, positivos, llenos de energía
y más alegres que nunca. Nos inundan las ganas de hacer cosas,
nos apetece salir a la calle, quedar con personas… y,
en general, dedicamos menos tiempo a dormir.
Estas sensaciones tienen su origen en las hormonas.
La primavera favorece la liberación de serotonina, dopamina,
oxitocina… Todas están relacionadas con la felicidad, el placer
y el alivio del estrés.
Astenia primaveral
El otro estado de ánimo que podemos sentir en primavera es
totalmente opuesto: cansancio, falta de energía, dolores de cabeza,
falta de memoria… Sentimos que necesitamos más horas de
sueño y a veces nos inunda un sentimiento de soledad o tristeza
que no sabemos explicar. Predomina una sensación de
decaimiento general.
Las causas de la astenia primaveral se encuentran, también,
en los cambios de temperatura y las horas de luz solar
propias de esta estación. Estos provocan alteraciones en
los niveles sanguíneos de algunos neurotransmisores
y hormonas.
Estos síntomas no suelen durar demasiado, por suerte,
y en cuanto nos adaptemos a la nueva estación
volveremos a la normalidad.
Elisenda Pascual
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