Entre lágrimas de alegría se deja entrever un grito de vida.
“Dejen
de buscar, acaba de llegar al mundo la persona más bella concebible”.
No dudo que éstas fueran las primeras palabras de tus padres al verte.
“Rodrigo
despierta, ella es tu suerte” estas fueron las mías. Desde que te
conocí me negué a desperdiciarte, a tirar por la borda algo que estaba
convencido que iba a salir bien. Lo nuestro casi acaba de empezar y
míranos, no tenemos techo. Nuestro límite está en las estrellas.
Ahora
son las 03:11 am del 17 de Febrero. Yo no estoy escribiendo, eres tú.
Tienes esa magia de despertarme y hacer que me ponga a escribir. La
inspiración viene cuando viene y tú has querido que sea ahora, en este
preciso instante. Me encanta cuando cierro los ojos y puedo imaginarte.
El momento triste viene después, cuando no te puedo abrazar.
Hemos
compartido de todo; abrazos, broncas, llantos, alegrías… He sumado
todos nuestros momentos y me sale a deber, te debo una vida entera. Y no
creo que sea capaz de devolvértela. Pero si quiero que no te separes
de mí, nunca.
Tú
eres la culpable de que yo ahora mismo este aquí sentado, en la soledad
de mi escritorio mientras todos duermen. Yo tambien lo estaba haciendo
hasta que apareciste en mis sueños y me iluminaste con esa perfecta
sonrisa y esos hermosos ojos. He de decir, y te juro que no miento, que
tus ojos son los más bonitos que he visto y veré en el mundo. Lo sé, son
marrones. El color no importa, lo que verdaderamente importa son lo que
transmiten y eso tú no lo sabes. Transmiten una magia singular, algo
que nunca he visto en otros ojos. Pero claro, no quiero menospreciar a
tu sonrisa no vaya a ser que se ponga celosa. Ella es… simplemente
maravillosa. Pasaría las horas muertas mirándote, describiría todas y
cada una de las partes de tu cuerpo, créeme que lo haría.
Solo
prométeme que jamás, y te lo digo entre lágrimas, jamás dejes de
soñar; me encantas cuando sueñas, eres libre. Y no solo eso sino que
consigues sacar a este idiota una sonrisa diaria. Y es que en todo este
tiempo me he dado cuenta de que te quiero y eso de cambiarte por otra…
No me va.
El 29 de marzo de 1997 nació una estrella. Veinte años después sigues brillando más que nunca. Te quiero demasiado.
A/D