Algunos estudios científicos han probado que sonreír libera endorfinas,
serotonina y otros analgésicos naturales que produce nuestro cuerpo
También se ha asociado la sonrisa a la reducción de los niveles de hormonas
causantes del estrés (adrenalina, cortisol y dopamina)
y la disminución de la presión arterial.
P odría decirse que sonreír es un casi un fármaco natural.
Y no sólo ahí se limitan sus beneficios.
Tan sólo por el mero hecho de ver
a alguien sonriéndonos, un curioso estudio afirma que generamos niveles
de estimulación sobre nuestro cerebro y corazón parecidos a los que
recibiríamos si comiéramos 2.000 tabletas de chocolate o ganáramos 12.000 euros.
El nivel de placer depende de todas formas de quién nos sonría:
es muy alto si se trata del rostro de un bebé o de un famoso,
elevado si es un familiar o un amigo, y bastante más bajo si se trata de un político.
El estudio concluye que ver una sonrisa sincera puede crear en nosotros
una sensación placentera superior a la de tener sexo,
comer chocolate o ir de compras, en ese orden. Así que sonríe y empatiza
con la gente que lo esté pasando mal: no sólo les apoyarás, sino que
también les aliviarás el dolor.
Pau Forner Navarro
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