Los pequeños detalles son los que marcan la diferencia en cualquier
orden de la vida. Sin embargo, cobran especial relevancia en una
relación de pareja ya que son los que nutren la continuidad del cariño y
del cuidado diario. No es el amor lo que sustenta una relación, sino que
es el modo de relacionarse lo que sustenta el amor.
El amor está en pequeños detalles que se cultivan día a día. Entre ellos,
abrazarse, besarse, protegerse, apoyarse, cuidarse. Dormir juntos,
ver películas, pasear de la mano. En los inesperados “te quiero” y
los besos furtivos. En esas cosas “sin importancia”.
Sin todo esto el amor no sería amor, y no podríamos vivir
de esta forma. La razón por la que esto es así no es relevante
porque el amor no necesita ser comprendido, necesita ser demostrado,
cada día y en cada instante.
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