Todos tenemos miedos que son nuestro deber enfrentar lo antes posible.
Miedos que pueden tener grados de intensidad diferentes, que pueden
no influir en nuestra vida o que, por el contrario, pueden bloquearnos
hasta el punto de impedirnos seguir adelante. Quizás, ya no sean los
miedos los que te tengan atrapado entonces.
Es posible que lo que tenga sea una fobia.
Las fobias tienen un claro deseo de evitar lo que se teme,
de escapar en el acto. Es un temor exagerado que tiene un claro componente
emocional, posiblemente un trauma que se ha venido arrastrando
desde hace tiempo atrás.
Las personas que sufren fobias saben que su miedo
es exagerado, pero no pueden hacer nada, ya que enfrentarse
a su problema les causa mucha angustia y sufrimiento.
Muchas incluso manifiestan temores incontrolables, mareos, transpiración,
aceleración del pulso…
Finalmente, el término fobia tiene una connotación clínica
que el término miedo no la tiene.
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