En el Japón existe una muy curiosa invención que consiste en tablillas delicadas de madera o de paja, las cuales, por medio de cierto procedimiento, cuando se ponen en una vasija con agua se extienden y forman flores y otras figuras de vivos colores.
Al ponerlas en el recipiente están secas completamente, y no se puede saber qué figuras son; pero tan pronto como tocan el agua parece que se les inyecta vida y se transforman en una figura de extraordinaria belleza.
De parecida manera obra el Espíritu Santo. Cuando nuestra alma humana está fría, seca, y recibe el abrazo del Padre Supremo, adquiere un entusiasmo celestial y se presenta nueva, lozana, hermosa y dispuesta a ser con Dios una bendición para todo aquel que la rodea.
Fondo/Copyright©2010_By/Marilu_All rights reserved
|