Guía
Al acallar mi mente, disfruto de plena sabiduría.
Cuando busco ayuda con respecto a una decisión en mi vida, estoy receptivo a la guía divina bajando el volumen del ruido mundano. Apago el radio, el televisor, la computadora, para poder oír el silbo apacible y delicado de la Sabiduría infinita.
Pasar tiempo en la naturaleza o distraído en algo creativo me ayuda a cambiar mi estado mental y alejarme de mis distracciones habituales. Apartarme para un rato de oración y meditación silenciosas dice a mi espíritu que estoy dispuesto a escuchar la sabiduría de lo Divino. La guía divina proviene de dentro de mí y está disponible cuando la necesite. Simplemente me alejo del ruido y entro al silencio para tener acceso a ella.
Sabiduría ante todo, ¡adquiere sabiduría! Sobre todo lo que posees, ¡adquiere inteligencia!—Proverbio 4:7