Tres mitos de la psicología humana
Hay una serie de ideas sobre la psicología humana que han hecho carrera y, sin embargo, son erróneas. Se trata de tesis o postulados que se han popularizado aunque no tengan ningún fundamento científico que los sustente.
Estos son los mitos más comunes.
Los mensajes subliminales cambian la conducta
Este mito tiene su origen en 1957, cuando el publicista J
ames Vicary aseguró que había utilizado un mensaje subliminal (no perceptible conscientemente) incitando al público en una sala de cine para que consumiera Coca-Cola. El mecanismo, según Vicary, consistió en enviar imágenes que decían "¿Tienes hambre? Come palomitas. ¿Tienes sed? Bebe Coca-cola". Estos fotogramas se enviaban a una velocidad que los hacía imperceptibles conscientemente para el público; según Vicary, la orden era captada por el inconsciente y las ventas se dispararon al final del espectáculo.
Varios investigadores intentaron repetir el experimento, pero no alcanzaron los mismos resultados.
Cinco años después, Vicary confesó que no era cierto lo que había afirmado años antes. En realidad, las ventas no habían sufrido un incremento significativo como lo dijo en su momento. Aun así en muchos lugares del mundo se ha intentado introducir mensajes subliminales, pero todas las pruebas indican que no provocan ningún comportamiento compulsivo en las personas.
Sólo usamos un 10% de nuestro cerebro
Muchos piensan que este mito surgió a partir de una afirmación errónea hecha por Albert Einstein. Parece ser que
se trata de una interpretación equivocada de algunas investigaciones neurológicas en las que se afirmaba que sólo el 10% de las neuronas estaban activas al realizar determinadas actividades.
Lo cierto es que este mito no tiene ningún fundamento.
No existe ninguna posibilidad de que solo sea usado el 10% del cerebro porque esto contradice todos los fundamentos de la evolución. El órgano, o la sección del órgano, que no se utiliza, desaparece. Adicionalmente,
si se mutila cualquier parte del cerebro la consecuencia es la pérdida de una o más funciones; esto no ocurriría si estuviera ahí únicamente como adorno.
De hecho,
se ha comprobado que muchos de los individuos con capacidades intelectuales superiores tienen una actividad cerebral menor que el promedio. Según varios investigadores, lo que determina una inteligencia superior es la eficiencia de los circuitos cerebrales, no la cantidad de actividad que se pueda registrar en un momento dado.
Las mujeres hablan más que los hombres
A pesar de que éste es uno de los mitos más extendidos, hasta el momento no hay ninguna prueba científica que lo corrobore. Al contrario,
todos los estudios indican que ambos sexos utilizan un número de palabras equivalente, que estaría en un promedio diario de 16 mil en total.
Lo que sí se ha comprobado es que
el contenido de la comunicación varía mucho entre hombres y mujeres. Estas últimas tienen una tendencia más marcada a expresar lo que sienten y lo que piensan, mientras que los hombres optan por tratar temas ajenos a ellos mismos. Las mujeres también son más perceptivas a la hora de captar el lenguaje no verbal.
La voz femenina tiene un tono más agudo y presenta un mayor número de inflexiones al hablar.
Hay estudios que indican que estas características producen una sensación de agotamiento en los hombres. Tal vez por eso parece como si ellas hablaran más