QUÉ SON LAS FALLAS?
Valencia,
una ciudad tranquila con una población de unos 800.000 habitantes,
duplica su tamaño cuando más de un millón de amantes del fuego van a la
celebración de Las Fallas.
El
festival dura cinco días, desde el 15 de marzo hasta el 19, pero en la
atmósfera se empieza a respirar el olor a fiesta desde semanas antes.
Se empieza el 1 de marzo (para acabar el día 19), momento en el que
empieza un show con estruendosos petardos forman la mascletá cada día a
las 14.00 en la Plaza del Ayuntamiento. Estos petardos sacuden el suelo
durante 10 minutos, ya que la mascletá es un espectáculo auditivo más
que visual. Pero los petardos más alucinantes se prenden entre el 15 y
el 19 de marzo.
El
festival realmente toma forma el 15 de marzo, con La Plantà, cuando se
colocan más de 700 ninots enormes por toda la ciudad, por lo que se
cierran al tráfico la mayoría de las calles. De esta forma, las calles
se llenan de gente y de actividades durante estos días y noches de
fiestas.
Para
muchos, el momento principal de Las Fallas es la creación y
destrucción de los ninots, que son grandes estatuas de papel maché,
cartón, madera o gasa. Los ninots son extremadamente realistas y,
normalmente, muestras escenas satíricas o de sucesos actuales. Muchos
ninots cuentan varias historias, por lo que hacen falta grúas para
moverlos hacia su lugar en las plazas, parques o intersecciones de
Valencia. Muchos ninots se colocan juntos para poder ver toda la
historia en cada falla.
Durante
los siguientes días, la gente puede caminar por las calles para
admirar el arte y el humor de estas obras maestras y disfrutar de los
dulces tradicionales que se venden en cada esquina de la calle. Para
vivir una experiencia local aún más intensa, prueba los clásicos
bunyols de carabassa con una copa de chocolate.
Los
ninots se mantienen en su lugar hasta que se queman el 19 de marzo,
día conocido como La Cremà. Cada año, uno de los ninots se salva de la
destrucción por el voto popular. A esto se le llama indultar a un ninot
y pasa a exhibirse en el Museo Local de Fallas junto con el resto de
ninots indultados de otros años.
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