El Verano me Agobia, Ciertamente.
Más allá de don Celsius y su fiebre, y la herida brutal de papá Ozono, que muy severos se vuelven fatalmente. Lo peor es la histeria citadina fugando del cemento en desbandada, arrasando la calma pueblerina.
A mi me gusta el río con su playa, bajar por las mañanas mansamente, oír la liquidez de los instantes jugando con el viento en la barranca, degustar el sabor del infinito volar entre las aguas que me bañan...
Pero llegan e invaden con sus gritos y todo lo conquistan cual tiranos sembrando de sombrillas la distancia.
MarcosR
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