EL SOLDADO QUE NO SABIA MANEJAR
Un joven que trabajaba en el ejército, era humillado constantemente por ser cristiano.
Un día, su superior queriendo humillarlo delante de la tropa, lo llamó y le dijo:
“Joven, venga aquí, tome la llave y vaya a aquel jeep y estaciónelo allá al frente”.
El joven soldado dijo: “No sé manejar”.
Entonces dijo el superior: ¡Pero vamos! ¡Pida ayuda a su Dios, muéstrenos que Él existe!…
El soldado agarró la llave y mientras iba al vehículo empezó a orar, subió, lo encendió y lo estacionó perfectamente.
Al salir del jeep del soldado vió a todos que estaban llorando y diciendo: ¡Nosotros queremos servir a tu Dios!
El joven espantado, preguntó qué estaba sucediendo, a lo que el superior llorando abrió el capó del jeep y le mostró que el auto estaba sin motor.
Entonces el joven dijo: “¿Están viendo? Ese es el Dios a quien yo sirvo, el Dios de lo imposible, el Dios que da existencia a lo que no existe.