Las frutas tienen un escaso aporte calórico sin embargo son el elemento ideal para saciar la necesidad de azúcar cuando estamos en proceso de cuidar nuestra línea.
Su alta concentración de vitaminas, minerales y fibra, y su aporte de azúcares, nutrientes hacen de ellas uno de nuestros mejores aliados.
Llevar a cabo recetas sencillas a base de frutas, no requiere que tengamos que incluir ingredientes energéticos extra como azúcares, cremas, natas o bizcochos, y sin embargo es una de las mejores maneras de acabar una buena y sana comida.
En esta receta el protagonismo absoluto lo tienen las manzanas, y aunque nosotros hemos incluido el edulcorante, no tienes por qué usarlo, ya que el azúcar de la fruta será suficiente.
Espuma de manzana: Ingredientes
4 manzanas reinetas.
Edulcorante (opcional).
1 cáscara de limón.
2 hojas de gelatina vegetal.
Espuma de manzana: Elaboración
Lo primero que tendremos que hacer será pelar y quitarle los corazones a las manzanas reinetas. La hacemos pedacitos muy finos y los colocamos sobre una cazuela.
Le echamos la cáscara de limón, con dos cucharadas soperas de agua y el edulcorante (opcional). Tapamos los ingredientes y dejamos que cuezan a fuego lento hasta que estén blandas.
Después quitaremos la piel de limón y machacaremos un poco la mezcla con un cucharón.
Si la compota contiene demasiado agua, la dejamos cocer sin la tapadera hasta que consigamos la consistencia que pretendemos.
Cuando esté lista la compota la pasaremos por la batidora hasta que consigamos una crema muy fina.
Humedecemos las hojas de gelatina en agua fría y cuando estén blandas las añadiremos a la compota que aún estará algo caliente.
Tras disolverse la gelatina en la compota, de nuevo lo pasamos todo por la batidora y la mezcla resultante la echamos en el colador chino y posteriormente por un colador de rejilla fina para que no se nos cuele ningún grumo.
Echamos la compota en un sifón, y le colocamos una carga de aire para después agitarlo ligeramente.
Lo metemos en el frigorífico durante al menos media hora. Una vez pasado ese tiempo podremos servirlo, colocando la espuma en un bol o una copa de helado sobre unas láminas de manzana caramelizada.
¡A disfrutarlo!