CUENTO ¿Sabías que un niño que muestra conductas agresivas y/o impulsivas, es porque no sabe cómo lidiar con esas emociones y sufre? Hay un cuento muy breve y hermoso de Jorge Bucay, se llama: “La Tristeza y la Furia” El cuento, en resumen dice: En un reino encantado había una vez un estanque maravilloso. Hasta ese estanque mágico y transparente se acercaron a bañarse la tristeza y la furia. La furia, apurada como siempre, sin saber por qué, se bañó rápidamente y rápidamente salió del agua. La furia es ciega, no distingue la realidad, así que apurada, se puso la primera ropa que encontró. Y sucedió que esa ropa no era la suya, sino de la tristeza. Y así, vestida de tristeza, la furia se fue… La tristeza terminó de bañarse y sin ningún apuro, salió del estanque. Su ropa ya no estaba. Y se puso la única ropa que había junto al estanque, la ropa de la furia. Desde entonces, uno se encuentra con la furia; ciega, cruel, terrible y enfadada.., pero si nos damos el tiempo de mirar bien, encontramos que esta furia que vemos es solo un disfraz, y que detrás del disfraz de la furia, en realidad está escondida la tristeza Este cuento refleja lo que muchas veces como madres/padres ignoramos de las conductas agresivas de nuestros hijos. Vemos su furia, su enfado, y reaccionamos a ello, sin percatarnos que en el fondo de esa superficie, se esconde la tristeza y el sufrimiento. Para ayudarlos realmente, primero necesitamos fortalecer los lazos y nuestra conexión emocional con ellos, escucharlos, validarlos, acompañarlos. Y también saber gestionar nuestras emociones, frustraciones, cansancio, nadie dice que educar es fácil, es un día a día, es un probar estrategias, es ponernos de acuerdo con nuestra pareja y familiares para ir es la misma dirección, no que uno dice SI el otro NO y la confusión primará, es mirar a los ojos, escuchar, es mucho, es hacer lo que crees que a tus padres les falto hacer contigo, siempre desde el más profundo respeto. Alexandra Sánchez
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